El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca tiene entre sus metas el impulso del riego para mitigar los efectos climáticos en las producciones a tal punto que ya aprobó subsidios para alumbrar agua y riego en 1.853 casos que demandarán $ 228 millones (unos US$ 10 millones). A esto se sumarán otros a partir de un crédito del Banco Mundial por US$ 49 millones.

Pero fuera de los planes oficiales entre los privados se ha incrementado el uso del riego y hoy se estima que unas 30.000 hectáreas reciben agua de esta forma aunque no existen cifras oficiales. Operadores privados consultados por El País sostienen que las ventas de equipos aumentaron más de 20% en relación a cuatro años atrás y cada vez son más productores las que lo utilizan.

Luigi Contin director de la empresa Gianni, que en 2011 vendió 400 equipos que regaron 1.500 hectáreas -20% más que el año anterior-, afirmó que "la discusión sobre si es conveniente y rentable regar ya quedó en el pasado. Todos en el sector agropecuario están de acuerdo en la viabilidad de esta herramienta".

Contin indicó que si bien la lechería, es el sector que muestra más dinamismo a pequeña escala, las consultas y ventas también están creciendo de forma sensible en producciones como el maíz, la papa, e incluso la ganadería de carne.

Los costos de inversión, dependiendo del tipo de equipo y del área que se desee cubrir, van de US$ 800 a US$ 2.000 por hectárea. Los costos operativos son muy variables y dependen del tipo de equipo y de a qué distancia se ubique la fuente de agua utilizada. También pesa si se emplea energía eléctrica o gasoil, ya que la relación es 2,5 veces mayor en la segunda opción, informó el operador.

"La efectividad del sistema es muy alta. Hoy tamberos que trabajan 300 hectáreas están regando entre 15 y 30 de ellas en momentos donde el clima es malo para la producción y logrando rendimientos similares a los que se obtienen en primavera, momento pico en lo que hace a remisiones", afirmó el empresario.

Un ejemplo de los resultados que están teniendo aquellos predios lecheros que aplican sistemas de riego en sus establecimientos es el caso del tambo del productor Cono López (Grupo Agua Vida y Ocho Meses de Primavera, líder en el uso del riego en el rubro lechería). El mismo cuenta con solo 39 hectáreas y desde hace dos temporadas riega 19 de ellas. Este productor obtenía menos de 3.000 litros de leche por hectárea de forma anual. En la primera temporada de aplicar riego (2010-2011) pasó a producir 6.753 litros, en tanto en la segunda (2011-2012) llegó a los 9.286 litros, al producir más forraje por hectárea para la alimentación.

El costo de inversión de las 19 hectáreas que tienen riego fue de US$ 22.000. La inversión se logró con un crédito a 10 años con un interés de 7% anual, por el que paga, US$ 311 mensuales.

"El riego no es mágico. Para que se obtengan aumentos de magnitud, como en el caso de López, hay que armar un sistema productivo y forrajero adaptado al mismo, lo que no requiere una inversión de magnitud y al segundo año se están viendo los resultados", explicó Alejandro Echeverría, director del grupo Agua Vida y Ocho Meses de Primavera.

El mismo está desarrollando experiencias en las cuales tamberos de diferente escala forman grupos de colaboración recíproca en el tema, entre las cuales se encuentra López.

"El promedio nacional de producción de leche es de 3.000 litros anuales por hectárea y muchos pequeños tamberos no alcanzan esta cifra. Dada la escasez de tierra existente y el precio de la misma, la única posibilidad de que estos puedan llegar a una buena rentabilidad es aumentar su rendimiento por hectárea. En ese contexto el riego es la principal alternativa, el camino a seguir", afirmó Echeverría.

Por su parte, Daniel Zorrilla, presidente de la Asociación de Ingenieros Agrónomos (AIA) y asesor técnico de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), coincidió en los beneficios del sistema y explicó que las mayores limitantes pasan por el acceso a fuentes de agua y por la falta de potencia eléctrica en muchas zonas.

APUESTA. Mientras tanto, Fernando Bachino, asesor general de la empresa Riego Oriental también remarcó el crecimiento en la adopción del sistema.

Esta compañía se centra en la venta de grandes equipos (pivots), que abastecen por si solos superficies de entre 50 y 160 hectáreas cada uno y cuyo costo varía entre US$ 85.000 y US$ 200.000 por unidad.

Bachino explicó que en esa firma, las ventas de este tipo de equipos pasaron de las 15 unidades en 2008 a más de 20 hoy por año.

"Nuestro fuerte pasa por las grandes empresas, especialmente las agrícolas. Estas empresas al hacer sus inversiones planifican más de un año hacia adelante, explicó. En cuanto a los incrementos que provoca el riego, Bachino informó que sojas regadas dan entorno a 4 toneladas por hectárea, cuando el promedio nacional se sitúa - según la zafra-, muy cercano a las 2 toneladas por hectárea.

Pero lo más importante es la estabilidad de la producción y eso pesa mucho en una empresa agrícola. "En una producción como la agrícola, donde la falta de agua provoca rendimientos muy desiguales entre un año y otro, que los productores puedan saber que sus cultivos van a tener un rendimiento similar en las diferentes campañas, les permite planificar e invertir hacia adelante con más certezas", explicó el asesor.
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Tomado del Diario El Pais (Uruguay)
Fuente: Pablo Besón